La recesión de la industria frena la creación de empleo

La producción de la industria manufacturera, de acuerdo con el Banco Central de Venezuela, acumula tres trimestres consecutivos en descenso, con lo que técnicamente ha entrado en una recesión que tiene consecuencias importantes.

Si bien la caída no es dramática, el mayor declive es en el primer trimestre de 2009 con una contracción de 1,1%, se trata de un sector clave que requiere innovación, tecnología y representa una evolución respecto a actividades basadas en recursos naturales.

Leonardo Vera, economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela, ha elaborado un estudio donde determina que la "manufactura es el sector de la economía venezolana que mayores potencialidades tiene para que variaciones del PIB generen o se traduzcan en creaciones de puestos de trabajo".

Además, explica que el crecimiento de la productividad del trabajo, factor que estimula la producción de bienes y servicios más baratos, está estrechamente ligado al desenvolvimiento de la manufactura.

Al mismo tiempo, las exportaciones del sector, que de acuerdo a la Cepal registran una contracción de 10% en 2008, podrían aliviar el impacto de la caída en los precios del petróleo.

Factores como la sobrevaluación de la moneda, que estimula las importaciones y golpea la capacidad de exportar, problemas para obtener divisas, pérdida de empuje del consumo y controles que no alientan la producción, pueden explicar parte de la enfermedad reciente, pero la industria está en silla de ruedas desde finales de los 80.

Leonardo Vera detecta dos etapas muy diferentes. "Durante el período 1950-1978, Venezuela dio un salto significativo en sus niveles de industrialización. El producto manufacturero creció al 7,9% anual y Venezuela pasó del último lugar entre los países medianos de América Latina (Colombia, Chile y Perú) al primer lugar, en términos de su producto industrial".

"La evolución en las últimas décadas ha sido muy distinta por razones complejas y no muy bien exploradas, dando lugar a un proceso gradual de cambio estructural", señala Leonardo Vera y añade que "la participación del empleo manufacturero llegó a su máximo en 1988, para luego caer tendencialmente y estancarse sin reversión previsible. Incluso el proceso de pérdida relativa de empleo del sector industrial no ha cesado en la última década".

"La ubicación del punto de giro a partir de 1988 pareciera dar soporte a la incidencia clave que sobre el patrón de industrialización tuvo el cambio en el régimen de políticas iniciado en Venezuela en 1989", explica Leonardo Vera.

La posibilidad de inyectar vitaminas al sector industrial para considerar una serie de variables. "Un clima o un ambiente propicio de negocios es un prerrequisito indispensable para la competitividad industrial. Las políticas de precios administrados, la tasa de inflación, el régimen cambiario, la política tributaria, el acceso a los insumos, la calidad de las instituciones de apoyo, entre otros, son elementos importantes", dice Leonardo Vera.