Monday, June 26, 2006

Apenas 24% de la población del estado Anzoátegui posee un empleo fijo

Mientras el Gobierno nacional, por medio de una práctica populista intenta disminuir los problemas de desempleo a través de misiones y el gobernador de Anzoátegui, Tarek William Saab, crea ocupaciones transitorias a través de brigadas de barredores de calles, desmalezadores y otros trabajos provisionales, registros del Instituto Nacional de Estadísticas indican que para el primer semestre del año 2005, el índice de desocupación, basándose en una población de 818 mil 140 personas con 15 años de edad o más, era de 20,1% (112 mil 005 personas); mientras que la tasa de inactividad se ubicaba en 32,1% (282 mil 005 personas).
Sin embargo, según los números que maneja la Federación de Trabajadores de Anzoátegui (Fetranzoátegui), para el primer semestre del 2006, se registra 21% de desempleo (171 mil 809 anzoatiguenses), lo cual en comparación con el año pasado representa un incremento de 0,9% (449 mil 977 habitantes).
Sub empleo galopantePero aún más preocupante que el índice de desempleo, resulta la tasa de sub-empleo que se pone en evidencia a lo largo de calles, avenidas y el centro de las principales ciudades, a través de la proliferación de buhoneros, carretilleros y en términos generales, de representantes de la economía informal.La secretaria general de la Federación de Trabajadores de Anzoátegui, Carmen Yolanda Hernández, aseguró que según investigaciones realizadas por dicha institución, actualmente en el estado existe un índice de 55% de sub- empleo, es decir, personas profesionales o no, que al no conseguir una fuente de ingresos fija, se dedican a la economía informal.Y es que según refiere Hernández, en los últimos años como consecuencia de las -a su juicio- erradas políticas del Ejecutivo nacional y regional, cientos de empresas del sector privado se han visto forzadas a cerrar sus puertas.“Es imposible que el Gobierno asuma todo el peso laboral del estado y del país, lo que debe hacer es promover el crecimiento del sector privado. Las Misiones y los operativos de limpieza a través de los cuales contratan jornaleros, no les otorga a los trabajadores ningún tipo de beneficio adicional y mucho menos seguridad social, sin contar con que una vez culminado el trabajo, estas personas vuelven a quedar desempleadas”, indicó.
La otra caraPero hay personas como Gloria Millán, quien desde hace varios años se desempeña en la economía informal, vendiendo mercancía seca en el semáforo de la avenida Nueva Esparta, que aseguran que este tipo de actividad es mucho más lucrativa que un empleo fijo.“Yo antes trabajaba limpiando algunas de las viviendas de las Casas Bote, pero pagan muy poco y yo tengo 7 muchachos que mantener. Mi esposo y yo trabajamos en esto y no nos va tan mal; sin embargo, me gustaría encontrar un trabajo donde no pasara tanto sol, ni tuviera que permanecer parada todo el día”.Pero así como Gloria Millán, que si tuviera la oportunidad se desempeñaría en otra área, hay otras, como Yudimar Brito, que nunca se han desempeñado en otra actividad y aseguran disfrutar de su trabajo.“Tengo como 7 años vendiendo bolsas de regalo, cintas y tarjetas. Me gusta lo que hago y no he pensado en hacer algo distinto”, aseguró.
El Nuevo Día

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